Deseo de cosas nuevas. De locuras, de pasar del tiempo. De libertad. De deseos... de nostalgia y tristeza. El recuerdo de un amor intenso. Y hermoso. De esos amores que duran toda una vida y nunca se logran olvidar.
A la mañana siguiente, parten. Un taxi las lleva a la estación. Es de madrugada. Las mochilas recien hechas, las camisetas numeradas, y los pantalones metidos a presión.
...
Llegan a la estación, corren por el andén, se suben al tren y se meten en él. Se encierran dentro. Todavía tienen cosas que contarse, que inventar, y que soñar juntas. Y se ríen y bromean. Y el tren sale. Y ellas han partido ya..
Y siguen bromeando, en medio de la calle, empujándose y riendose, sin edad, dueñas de un mundo como solo se puede ser en ciertos momentos de felicidad.
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